miércoles, 1 de octubre de 2008

Mi segunda casa

Todos alguna vez hemos tenido un lugar donde nos sentimos seguros. Un lugar donde nos gusta estar, pero que sin embargo no nos pertenece materialmente. Es ahí donde se habla de "la segunda casa".

Mi segunda casa es un lugar sencillo. Un lugar que para adquirir vida solo necesita de dos arcos y un campo de césped. Allí he vivido alegrías y tristezas; he visto proezas, como el 3-2 que le dimos vuelta a Trasandino en los últimos 10 minutos de partido, en la liguilla de ascenso del 2004, cuando íbamos abajo por dos goles.

También por cierto he visto derrotas, como el partido del año 2003 cuando Lota Schwager nos ganó en los últimos minutos por 1-0, y nos dejó sin ninguna opción de acceder al título. Un triunfo que luego les permitió a los carboneros salir campeones de tercera...

Allí estuve yo, sufriendo o quizás riendo, pero siempre con la alegría de estar allí, en ese único e irrepetible momento. Con sol, con lluvia, con el granizo sureño, allí estaba, con mi frente en alto sobre el tablón, soñando con salir algún día de los llamados -peyorativamente- "potreros".

Hoy el sol ha parecido salir para nuestra querida institución. En mi segunda casa logramos un título por muchos impensado, pero que para otros estuvo siempre latente. En ese mágico lugar se derrotó a la adversidad, y se comenzó a edificar la noble aspiración de un futuro mejor para una ciudad. Allí, sobre ese césped se anotaron esos 4 goles rotundos, que nos hicieron los hombres más felices de la tierra, y nos hicieron comprender el sentido comunitario que había adquirido nuestro club.

Para escribir esta crónica me di el lujo de ir a La Granja, para en soledad recordar todo lo que había vivido, y lo que por cierto, aún me queda por vivir allí. Y me sentí feliz, me sentí como cuando me tomo una cerveza mirando TV en el living de mi casa. Sentí calor, me sentí protegido, y dueño de un lugar que desde siempre la historia preparó para mí.

Querido Estadio La Granja, hoy lo digo con fuerza: ¡eres mi segunda casa! Ese lugar que me recibe como si hubiese nacido allí, y donde el día de mañana sueño con morir. Nunca te pedí nada, hoy menos aún. Solo quédate ahí, para visitarte una y otra vez, y así reconfortarme con ese cariño que solo tú... me sabes dar.
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5 comentarios:

Unknown dijo...

ufff!, que dificil resulta hablar de este lugar, donde silenciosamente se van gestando historias y vivencias d enuestro querido Curicó. La Granja, pese al nombre campestre con el cual se identifica, es un espacio que sin duda nos representa, mas en estos uñtimos años en que el Curi le ha devuelto un valor y un significado para todos.
Si bien comparto lo de un lugar con memoria, debo señalar que no sólo el fútbol, sino también el velodromo y el entrenamiento silencioso de nuestros grandes ciclistas.
El fútbol nos ha permitido valorar este lugar dentro de los espacios urbanos de nuestra pequeña y noble ciudad, por lo cual es tiempo de que La Granja sea reparada y mejorada en varios aspectos estructurales, que permitan desarrollar otro tipo de deportes u actividades.
las autoridades tanto politicas como futboleras, deberían poner atención a este tipo de lugares, impulsarlos para que la gente siga sientiendo apegos y los utilice como parte de los espacios por donde transitar, jugar y compartir.
si el Curi sube, tenemos que ademas d elos sentidos y sentimientos a este casa pelotera, darle la dignidad que todo tipo de trabajo se merece, pues considero que los deportistas también son parte de esto (más cuando dan muestras de rigurosidad y disciplina)

saludos y felicitaciones por las fotografías. A la distancia me llena de melancolía imaginar el estadio y el cerro condell más florido durante la primavera.

Unknown dijo...

la granja... un nombre poco usual para un estadio, pero que en el marco de lo que es Curico y su historia es trascendente...

en ese lugar, en 1988, por primera vez pisaba una cancha de futbol, aun no caminaba, me ayudaba mi papa que jugaba por un club local antes que los canceres lo aquejaran...

en 1995 y con la memoria mas desarrollada, mi padre me llevo al estadio en una final de zona contra Malleco... estadio colmado, casi 7.000 personas, una ciudad nuevamente volcada a recuperar su identidad. Alli, mi padre me metio como pasapelotas de ese encuentro... ganamos 2-0 y la opcion de jugar una liguilla que no nos llevo a nada. Fue la puerta que me permitio entrar en Curico Unido. Jugar en cadetes un año al mando del Profe Julio Saavedra y asistido por el querido Maquita Verdugo... fue el ultimo año en que estuve ligado a Curico Unido, en 1996...
los años posteriores, en los años malos no volvi a aparecer, hasta el 2004, no precisamente en La Granja, sino en Chillan y en Linares, en las fatidicas tardes que nos dejaron otra vez con las esperanzas truncadas, hasta el 2005, yo estando lejos de casa, en Concepcion, y La Granja era mi punto de referencia para volver una y otra vez a casa, antes que llegar a "mi" casa... a la distancia siguiendo la campaña, y frente a Iberia, con mi padre aquejado por un nuevo cancer, sufriendo hasta el final hasta dar esa emotiva vuelta olimpica...
Hoy La Granja es un sueño de todos, transformar esta casa en algo digno del sacrificio y del sufrimiento del pueblo curicano por sus colores... esperamos que ese proyecto se de, lo mercemos, porque de seguro, el espiritu que irradia la segunda casa de los curicanos no se va a alterar.
En primera, esperamos, seguir con ese aire, propio de nuestra gente de provincia, menos alienado que otros, que nos distingue semana a semana en nuestro humilde refugio de sueños y emociones

Saludos
Rodrigo Berrios Fuentealba
La Colonia De Concepcion
Curico * Unido // SANGRE, ORGULLO Y PASION

Anónimo dijo...

Que lindo lo que escribiste...
creo que muchos nos identificamos!

*gracias.

Anónimo dijo...

COMO OLVIDAR ESAS TARDES SOMBRIAS EN NUESTRO MITICO ESTADIO LA GRANJA, CUANDO CON MI QUERIDO PRIMO CAMINABAMOS HACIA LA CANCHA.
NO SUPERABAMOS LOS 12 AÑOS, PERO SABIAMOS QUE NUESTRA PRESENCIA ERA UN PEQUEÑO APORTE A LOS 30 O TAL VEZ 50 ESPECTADORES QUE POR ESE ENTONCES HINCHABAN A RABIAR CON UN EQUIPO DE BANDA DIAGONAL ROJA QUE CELEBRABA EMPATES DE LOCAL, SIEMPRE Y CUANDO UN DEBIL VISITANTE NO NOS GOLEARA EN ESE CESPED MEZCLA DE TIERRA Y BARRO.

SIMPLEMENTE MOMENTOS INOLVIDABLES Y QUE SE FUERON JUNTANDO DURANTE AÑOS. CADA PARTIDO UNA HISTORIA QUE SE GUARDABA EN LOS INDEBLES TABLONES DE MADERA QUE EL TIEMPO SE ENCARGABA DE PUDRIR CON EL PASO DE CADA RIVAL QUE SE ATREVÍA A PISAR ESA CANCHA QUE ENTREGÓ TANTOS MOMENTOS HISTORICOS EN LA SEGUNDA DIVISIÓN Y MAS AÚN CUANDO POR FIN, DESPUÉS DE VARIAS DECADAS, SE PUDO CELEBRAR UN TITULO, DE TERCERA, PERO AL FIN Y AL CABO EL PRIMER Y UNICO CAMPEONATO, QUE POR PRIMERA VEZ VIÓ COMO TODO UN PUEBLO, TAL VEZ A MODO DE HOMENAJE, DIO LA VUELTA OLIMPICA POR ESOS PASTOS SAGRADOS PARA QUIENES AMAMOS Y RESPETAMOS AL QUERIDO CURICÓ-UNIDO Y SU "VIEJITO" Y QUERIDO ESTADIO LA GRANJA DE CURICÓ.

AGUANTE EL CURI TODAVÍA!

Anónimo dijo...

solo queria decir que me emociono la cronica y que me aguante las lagrimas solo poruqe estoy en la U. Es que el sentimiento por el Curi es muy grande y eso muchos lo saben, y el recordar tosa esa historia y todo el esfuerzo que se ha echo para estar aqui, me llega a dar miedo que puede ser en vano de cierta manera, poruqe aunque el curi gane o pierda alli siempre estare!